Su formación comenzó en la Escuela Profesional de Adolescentes de Bailarás, a mediados del 2012. Anteriormente, en ningún momento de sus 18 años había considerado al baile como una opción. Hoy en día es nuestro representante de categoría Solista Masculino para el World Salsa Open. Mucho sacrificio, preparación y pasión por el baile es lo que hace de Michael Olivera el bailarín que es hoy en día.
¿Cómo te sentís con este primer puesto?
Aún no lo puedo creer, recién ayer me encontré con el tema de nuevo cuando volví a ensayar y es como raro porque en realidad no me lo esperaba. Y más al competir contra todos los que competí. Pero estoy re contento.
En el momento lo que pasó fue que yo estaba por salir a la pareja mientras decían la clasificación y no escuché a todos, entonces pensé que había quedado afuera, incluso se lo dije a Alexandra (Delgado, su pareja de baile). Cuando dijeron el primero casi me muero, pero tuve que salir en seguida a la pareja y no me dio tiempo para procesarlo.
¿Fue mucho esfuerzo estar en dos categorías al mismo tiempo?
Antes de la competencia me arrepentí de presentarme a las dos categorías, porque nunca paré entre una y otra y ni pudimos coordinar el tema de la improvisación ni nada. Siempre ando al límite, me arrepiento en el momento pero después termino una competencia y ya estoy pensando en la otra. No puedo parar.
Además de ensayar para las dos competencias desde principios de año, estuve muy involucrado en la confección de los vestuarios, ya que Fátima me hace la base pero todo el decorado y pegado de apliques, además del diseño los hago yo, entonces fue muchísimo trabajo para esta competencia en particular.
¿Te considerás salsero?
En realidad no empecé siendo salsero, no nací en la Bodega ni mucho menos. Sí considero que nací en el escenario, entonces me llama mucho la atención el tema de competencias, sobretodo salsa y bachata. Después conocí a Alexandra y fuimos llevando las cosas. No sé si soy salsero hoy por hoy, más de uno se lo debe cuestionar (risas), pero quisiera serlo.
La salsa es un ritmo donde siempre hay algo que me exige. Siempre me mantiene exigido, siempre tengo que mejorar, o algo para cambiar, en otros ritmos latinos no lo siento tan así. Acá siempre hay algo para buscarle y eso es lo que me llama la atención.
Recién en este Open me sentí un poco más integrado, pero al principio me sentí mucho sapo de otro pozo y no sólo por mí, la gente a veces te hace sentir así también. No conocía a nadie ni nada. Me imagino que todo el resto de competidores ya venían hace años en el ambiente y se conocían más.
¿Se les hizo difícil el camino para llegar a competir a nivel profesional?
Cuando recién empezamos en competencias con Alexandra éramos muy chicos, y en todas las competencias siempre nos cuestionaron algo, no hubo una en la que no pasáramos por algún problema. Siempre nos decían que no éramos de ese nivel, que estábamos para otra cosa y al final no sabíamos para qué lado tomar.
No soy de escuchar mucho lo que me dicen, soy de seguir en lo que me gusta. Por haber ganado hoy por hoy sigo escuchando muchas cosas pero sé que tengo que hacer oídos sordos. Si los hubiese escuchado, ya hubiese dejado de bailar. O dejado la salsa por lo menos. Creo que también doy una imagen de egocéntrico que se lleva el mundo por delante. Sé que lo doy arriba del escenario y no me importa porque ahí salgo a comerme el mundo, pero no por eso me deberían de juzgar y catalogar de esa manera en como soy como persona. Eso es lo que se me ha hecho un poco difícil.
¿Cómo te estás preparando para Puerto Rico y qué expectativas tenés?
Ya de por sí la experiencia de ir y competir y estar en Puerto Rico es genial. No sé lo que me espera allá pero ya vivir todo esto es espectacular. Siempre la mentalidad de uno cuando compite es ganar, sino no sería competencia. Pero en realidad mi meta es mejorar lo que hice acá y que sea lo que tenga que ser. Soy joven, es la primera vez que voy y tengo mucho que aprender, no sé cómo es todo allá ni nada. No considero que tenga un estilo firme aún, entonces estoy probando caminos. Ninguna de las coreografías que hice solista se parecen entre sí. Para este Open la coreografía fue un trabajo de muchos: empecé con Leonel (Silva) y después por temas de tiempo tuvimos que dejar y ahí seguí con Nicolás Morales. Zuralhí (Fernández) también tiene una cuota de aporte en la coreografía, me gusta porque siempre todos tienen algo que aportar.
Hace unos días retomé los ensayos, tengo muchas ganas de mejorar lo que hice y estoy muy motivado. La idea es mejorarlo y bailarlo con la misma pasión y ganas de lo que lo hice acá.
:: Otros Proyectos 2015 ::
Además de dedicarle mucho tiempo a la salsa, Michael busca ser un bailarín integral. “Aprendí que todos los estilos te aportan algo diferente a lo que podés sacarle provecho.” Es por eso que también compite en un grupo de Reggaeton, sigue con su participación en Carnaval, participará junto a su pareja Alexandra en el Bachata Contest y está preparando un grupo de femenino para agosto. “No soy de quedarme en algo fijo, me aburre. Me gusta el baile en sí. No porque ahora esté dedicando más tiempo a la salsa significa que vaya a dejar las otras cosas, porque además nací de los otros ritmos.”
¡Muchos éxitos Michael de parte de Mucha Merd!
By Eugenia Cantera