Desde que decidieron ser pareja de baile en 2013, no han parado de triunfar. El primer logro fue en la competencia de salsa pro-amateur de Stilldanz, desde donde saltaron rápidamente al Salsa Open en 2014, consiguiendo una tercera posición. La perseverancia y el trabajo duro por lograr su sueño, hicieron que Alejandro D’atri y Andrea Dibarboure se convirtieran en los campeones del Uruguay Salsa Open 2015, que los lleva directo al World Salsa Open en Puerto Rico, en julio de este año. Conocé más de su historia en esta nota.
- ¿Cómo fueron las sensaciones durante la noche del Open? Lograron el cuarto puesto en coreografía pero se notó el disfrute en la improvisación.
Andrea: Cuando bailamos la coreografía, salimos inconformes con lo que habíamos hecho porque sabíamos que podíamos rendir muchísimo más y a uno eso le molesta mucho. Cuando fuimos a la improvisación decidimos salir a disfrutar y no sé qué pasó que lo disfrutamos como nunca. Quizás el haber bajado así de la coreografía potenció lo otro, en relajarnos y disfrutar esos minutos. Nos dimos cuenta con el tiempo y el aprendizaje que teníamos que darle más importancia a la improvisación. El año pasado era nuestra primera improvisación, entonces este año decidimos darle más entrenamiento.
Alejandro: Teníamos muchas expectativas con el tema de la coreografía pero empezamos a sacar cosas y a bajar cuando Andrea se lesionó (ver cuadro aparte). Entonces la coreo era muy light, y por eso queríamos hacerla prolija y bien, pero no nos salió tan bien y nos quedamos con gusto a poco. Por eso en la improvisación había que disfrutarlo sí o sí.
Yo me pongo nervioso en el momento de los resultados, antes no, porque me concentro mucho en la competencia y en disfrutar el momento.
Andrea: Cuando venía el resultado, Ale me hablaba y yo lo mandaba callar, ¡no paraba de hablar!. Cuando dijeron nuestros nombres no lo podíamos creer.
Ale: Estuvo alucinante. Ya habíamos pasado el año anterior que no sabíamos si quedábamos o no, salimos primeros en coreografía y en la improvisación pensábamos que no nos había ido tan mal, esperábamos el segundo puesto, el primero seguro que no. Y al final salimos terceros, por eso este año no nos queríamos ilusionar.
- ¿Cuáles son los objetivos principales en Puerto Rico?
Andrea: La idea es sumar de todos y seguir siendo nosotros. Aprendés viendo de las parejas que ya han competido y por eso los tenemos a todos como referentes, pero no buscamos imitar a nadie. De todas las parejas uno tiene cosas que le gustan mucho y por eso las vas tomando. Ahora estoy mejor de la lesión y por eso estamos ensayando una coreografía más exigente para Puerto Rico. Allá pesa más por el tema de que nos clasifica a la final.
Ale: Para mí ir a Puerto Rico es un sueño desde que empecé a bailar. Me encantaría ir y traerme la copa aunque sabemos que allá es muy salado, pero vamos a ir a dejar todo y más que nada a aprender. Porque si no es este año será el que viene. Fijate todo lo que aprendimos desde el Open pasado ahora, entonces estar allá nos va hacer aprender un montón, desde lo más mínimo de los aprontes hasta de lo que uno tiene que hacer arriba del escenario. Vamos a ir a aprender al máximo, eso es lo más queremos hacer. No sabemos lo que va a pasar allá, pero obvio que queremos ir y estar en lo más alto que podamos.
- ¿Cómo fueron sus comienzos en el baile y en la salsa específicamente?
Andrea: Empecé con ballet de niña y seguí durante muchos años. Después también agregué gimnasia coreográfica. Hice jazz con Inés Dantes, hip hop durante unos años; participé de varios grupos distintos, etc. En determinado punto el grupo en el que yo estaba de hip hop se empezó a disolver; yo siempre quise bailar salsa pero nunca había podido por temas de tiempo, entonces aproveché la oportunidad y le pregunté a mi prima que bailaba en esos momentos y así fue que entré a Montevideo Mambo. Como salsera mi primera competencia fue la del 2013 con Alejandro.
Alejandro: Arranqué con Martín Macedo y solo estuve un mes por temas laborales. Después fui a la academia de Fernando Torres y estuve un año más o menos, ahí fue que empecé más fuerte. Un día se me dio por ir a la Bodega y no podía creer todo lo que veía, más que yo solo sabía cubano… por supuesto que no bailé nada. Miré un montón y quería aprender de todo. Un día una amiga me llevó a Salsa and Company porque faltaban hombres para un grupo y ahí me ofrecieron competir y fue cuando gané mi primera competencia en el 2010. Después competí nuevamente en 2012 y logramos el 2° puesto con mi compañera; la próxima competencia en la que participé fue directo con Andrea.
- Para cerrar esta entrevista, ¿a quiénes les gustaría agradecer en estos momentos?
Andrea: Queremos agradecer a muchas personas. Hubo algo que estuvo salado que yo sentí específicamente en la improvisación: pasan muchas cosas en ese momento y por dentro pasan muchas emociones. Me sentí muy conectada con Ale, con el Universo y sólo salí a disfrutar y nada más. Gente que estaba con nosotros, no sé quiénes pueden llegar a ser, pero sentí mucha conexión con las personas y mucha energía positiva hacia nosotros. Quiero agradecerles a todas esas personas que nos enviaron esa energía. También a Titi (Pablo D’atri, hermano de Ale), fue un apoyo muy grande para nosotros, todo el tiempo con nosotros, acompañándonos en todos los ensayos, yendo a comprar la tela para los vestuarios, siempre dando para adelante y estando con nosotros. Mathías (Font) también es parte de esas personas que queremos agradecer.
Alejandro: Principalmente el año pasado en el Bacardí Salsa Contest fue el que estuvo dándome fuerza y aliento cuando yo no quería saber de nada con las competencias. A veces está acá en los ensayos y se emociona y nos hace llorar a nosotros también. Y eso es nuestro mejor premio.
Andrea: Eso es lo que más me gusta, yo estaba tranquila con que la gente lo haya disfrutado tanto con nosotros. El primer premio, antes de la Copa que también importa muchísimo, es ese, el reconocimiento y apoyo de la gente.
By Eugenia Cantera
Fotos: Fernando Scalante